1 de marzo de 2011

¿ESTÁ EL CAMBIO CLIMÁTICO HACIENDO MÁS PELIGROSA NUESTRA COMIDA?

Vía Inhabitat (en inglés)
(Ver también esta noticia en castellano)

Parece como si el tiempo estuviera loco, el derretimiento de los casquetes polares y la elevación del nivel del agua no son las únicas cosas que deberían preocuparnos cuando nos referimos al cambio climático. De acuerdo con el discurso de cuatro científicos en la última reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en Washington, el calentamiento global conducirá a "incrementar los niveles de contaminación de los alimentos, desde los productos químicos y pesticidas a las plagas de los cultivos y los hongos patógenos, así como la difusión más rápida de enfermedades como el cólera y la intoxicación por mariscos."

Los resultados muestran que el cambio climático no es el único factor que lleva a la escasez de alimentos y aumenta los precios de los mismos, pero fuerza a la población a realizar cambios en su dieta, ya que algunos alimentos se vuelven menos disponibles o más peligrosos –y esto potencialmente puede dar paso a disturbios civiles, como en Túnez-. En su intervención en la cumbre, Sandra Hoffman, del Departamento de Agricultura, dijo que los vínculos entre el cambio climático y la seguridad alimentaria sólo ahora están empezando a ser comprendidos, y la ciencia no está clara.
Un buen ejemplo de su argumento era la salmonela. Actualmente, hay 38,4 millones de casos por intoxicación alimentaria en los EE.UU. cada año. La salmonela es la causa principal de muertes relacionadas con los alimentos. Los científicos ahora creen que a medida que la temperatura ambiente en un área se eleva por encima de seis grados centígrados (o 43 grados Fahrenheit), la posibilidad de una intoxicación de origen alimentario como la Salmonella, aumenta un considerable 12%.



De acuerdo con Ewen C. Todd, de la Universidad Estatal de Michigan en East Lansing, Michigan, el cambio climático ya ha sido responsable de casos de intoxicación alimentaria. Destacó un incidente en 2006 cuando lechugas cultivadas en España y enviadas a Finlandia, causaron 56 casos de intoxicación por salmonela. La causa se remonta a los agricultores que usan agua no tratada para el riego, pero se vieron obligados a hacerlo por una sequía, probablemente relacionada con el cambio climático, que había restringido su acceso al agua potable.

Ray Knighton del USDA (Departamento Estadounidense de Agricultura, por sus siglas en inglés), dijo que el cambio climático también afecta a la producción de alimentos. La sequía puede provocar una pérdida en el vigor de la planta, haciendo a esta más vulnerable a las enfermedades. Mientras tanto, las inundaciones y las fuertes lluvias favorecen el crecimiento de hongos patógenos en las hojas, y muchos organismos que causan enfermedades pueden propagarse a través de cambios en las corrientes de viento. Muchos científicos creen que el cambio climático está produciendo tormentas más severas y estas a su vez ayudan a propagar enfermedades. "Los gases de efecto invernadero y los contaminantes atmosféricos, cambian la estructura de las plantas y su capacidad para defenderse contra los patógenos", dijo. Un ejemplo clásico es la roya asiática de la soja, las esporas que causan manchas de oro en las hojas de color verde claro y, finalmente, matan a la planta. Las esporas se han extendido desde Asia a África, luego a América del Sur y ahora a los Estados Unidos. Se cree que viajó a través de los vientos de los huracanes del Golfo de México.
Todo esto tiene implicaciones masivas sobre cómo las enfermedades alimentarias son supervisadas y la necesidad de una red para el seguimiento de los patógenos sensibles, dijo.

"Hay una incertidumbre significativa acerca de todo esto", admitió Sandra Hoffman. "No sabemos qué dirección tomarán los efectos acumulativos." Esa incertidumbre, dijo, hará difícil diseñar una política de adaptación eficaz.

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